
Nuestra Romería da comienzo el último fin de semana del mes de abril, coincidiendo con la Romería que se celebra en el Cerro de la Virgen de la Cabeza en Andújar.
A primera hora de la tarde del viernes en la parroquia de San Isidro Labrador de L’Hospitalet de Llobregat, son numerosos los preparativos, los nervios y la ilusión que empiezan a florecer, un año más, cuando la imagen es trasladada desde su trono en el camarín hasta sus andas por el presidente/a y los Hermanos Mayores del año.
Alrededor de las ocho de la tarde los Hermanos Mayores salientes, hermanos de la cofradía, devotos y simpatizantes que se trasladan a la Romería de Andújar, se presentan ante Ella pidiéndole un buen camino con el canto de la Salve, el párroco de la iglesia les da su bendición. Estos romeros que partirán en autocar hacia el Santuario son despedidos con emotivos abrazos y cantos.
Durante la mañana del sábado la Virgen es custodiada en la parroquia hasta la hora prevista de su salida hacia Sabadell. A primera hora de la tarde van llegando los romeros de distintas poblaciones de Cataluña, las mantillas, los abanderados, los anderos, el coro, la banda de tambores y trompetas, la junta directiva y las autoridades invitadas de la ciudad. El párroco de la iglesia dedica unas emotivas palabras a todos los romeros allí presentes, deseándoles una feliz romería.
La banda toca el himno nacional, las campanas de la parroquia empiezan a sonar, ha llegado el momento esperado durante 365 días, la Morenita, luciendo sus mejores galas, arropada entre banderas y vítores, hace su salida del templo parroquial. Con una pequeña procesión, acompañada por las autoridades eclesiásticas y civiles hacia su medio de transporte, la ciudad de L’Hospitalet despide a la Virgen hasta su regreso el domingo al atardecer.
A las cinco de la tarde la Morenita llega a Sabadell donde es recibida por cientos de romeros y por las autoridades de la ciudad en la parroquia del Sagrado Corazón, el párroco de dicha iglesia da, un año más, la bienvenida a la Virgen y a todos los que la acompañan. El templo se llena de piropos, cantos y vivas. A su salida da comienzo una magna procesión por la avenida Matadepera, la acompañan un cortejo abierto por la banda de tambores y trompetas seguidos por las banderas, los estandartes, las mujeres vestidas de mantilla, las camareras de la virgen, los Hermanos Mayores, la junta de gobierno y las autoridades invitadas, detrás de ellos desfila la Virgen de la Cabeza en su majestuoso paso con templete adornado de las flores más bellas, portado por numerosos anderos que nos deleitan con sus mecidas y alzadas de la Virgen a las órdenes del mayordomo y bajo la supervisión del fiscal, el cortejo lo cierra una segunda banda de música. Durante todo el recorrido no se dejan de escuchar las canciones tradicionales de romería, los vivas y los aplausos de la gente allí congregada. Emotivo es el encuentro que a la mitad del camino, la banda de tambores y trompetas dedica a Nuestra Madre. La procesión termina al final de la avenida donde la espera de nuevo su medio de transporte que la trasladará al recinto de la Romería.
Al atardecer, la Virgen hace su llegada al bosque de Sant Feliuet de Vilamilans situado entre los municipios de Sant Quirze del Vallès y Rubí, un paraje de pinos donde una ermita prerománica del siglo X le dará cobijo. La Morenita es recibida por una multitud de peregrinos romeros que la esperan con impaciencia para acompañarla a la tradicional ofrenda floral, las camareras recogerán los ramos que adornaran la belleza de la Virgen en el escenario, un manto de flores realizado gracias a todas las ofrendas será testigo de los actos de la romería.
Cuando anochece cierra los actos del sábado el besamanto que dará paso a los preparativos del Santo Rosario.
A las doce de la noche da comienzo la celebración del Santo Rosario de la Aurora en la explanada de Sant Feliuet, la Virgen es portada a hombros por mujeres durante el rezo, todo está en silencio sólo el coro y los rezos rompen la noche que iluminan las velas que llevan los romeros que la acompañan, el resplandor brilla mostrándonos la divina imagen. Finaliza el Rosario en la ermita donde la Virgen será expuesta para todos hasta altas horas de la noche, los romeros acuden a rezarle, cantarle o contemplarla en silencio.
La cofradía invita a los asistentes a la degustación de un vino dulce y repostería.
La espera de volver a ver a la Morenita se hace larga, el frío se empieza a sentir en el relente de la noche, una hoguera en medio de la explanada acoge los cantes y las historias de romerías pasadas.
Llega el día, el domingo, ¡su día grande está aquí! A las siete de la mañana la banda de tambores y trompetas despierta a los romeros anunciando la diana floreada, el mayordomo con la banda va al encuentro del presidente/a de la cofradía y juntos van en busca de los Hermanos Mayores que con sus mejores galas se encaminaran hacia la ermita donde la Morenita los espera para recibir los buenos días con cantos, salve, vítores y alabanzas. ¡Madre, qué bien suena la banda dentro de la ermita, cómo resuena que a todos nos llena de emoción!
A las ocho de la mañana es hora del desayuno, los Hermanos Mayores ofrecen a todos los romeros una chocolatada.
A las diez empieza el revuelo de los anderos, la explanada se empieza a llenar de más romeros, llegan los autocares y los peregrinos que no han pasado la noche en el bosque, llega la hora de ir a buscar a la Morenita para trasladarla nuevamente a la explanada donde se oficiará en su honor una misa de campaña, el coro romero canta con emoción y fe al mismo tiempo que en el cerro se celebra también la eucaristía. Los Hermanos Mayores junto al presidente/a de la cofradía, son los encargados de trasladar la imagen de la ermita a sus andas donde les espera el fiscal que será el encargado de entronarla.
Durante la misa los niños ofrecen flores a Nuestra Madre, se bautizan a los nuevos romeros y se dejan en libertad palomas blancas como símbolo de paz.
Al finalizar la eucaristía llega el momento cumbre del domingo, la procesión por el bosque con nuestra Morenita. Todos los romeros quieren llevarla, unos por promesa otros por devoción, para todos hay un sitio en sus andas.
Vuelven a abrir la procesión las banderas que dan colorido al bosque, los abanderados más veteranos se atreven a deleitarnos bailando y amenizando con chicuelinas las banderas que rinden honores a la Morenita. Detrás, los estandartes como representación de algunos pueblos que acuden a la romería, le sirven de guía a la Morenita. La banda no deja de tocar, los romeros no dejan de cantar, vitorear, llamarla guapa y desde lo más profundo del corazón romero pedirle por todo aquello que les preocupa o agradecerle todo lo que se les ha cumplido.
Los anderos unen sus fuerzas para subir a nuestra Madre a lo más alto del bosque para encontrarse allí con su Hijo, un majestuoso Sagrado Corazón con los brazos abiertos la espera todos los años el último domingo del mes de abril, suenan los himnos de Cataluña y Andalucía mientras las camareras de la Virgen le ofrecen unos ramos de flores.
Una vez acabada la procesión, en la explanada los niños son ofrecidos a la Virgen que el Padre Satur, si ha podido asistir a la romería, y el fiscal con destreza acercan a la Morenita.
La Virgen nuevamente es conducida a la ermita donde permanecerá hasta las cinco y media de la tarde, hora en la que iniciará el regreso a su morada, en la parroquia de San Isidro Labrador de L’Hospitalet. Durante el tiempo que está en la ermita los romeros se acercan para que las camareras de la Virgen retoquen en su manto los objetos que tienen para ellos un especial significado. Los niños también se acercan a Ella para besar su manto.
No cesan las aclamaciones, los cantos, los vivas y las lágrimas por despedir a Nuestra Morenita un año más.
La Romería pone su broche final con la elección de los nuevos Hermanos Mayores, empieza para ellos un año lleno de nuevas vivencias y emociones, su primer acto, acompañar y custodiar a la Virgen en su regreso a la parroquia.
Amenizan la velada las actuaciones de cuadros de baile flamenco y artistas invitados.
Para todos los romeros la Romería son unos días especiales de vivencias compartidas, felicidad, amor y fe que perdura en nuestros corazones hasta la próxima Romería donde volveremos a acudir a la llamada de Nuestra Morenita.
¡VIVA LA VIRGEN DE LA CABEZA !